Finalizamos nuestro viaje por Andalucía en Carmona, ciudad histórica y con habitantes orgullosos de su tierra. Por cierto, la chica simpática de la recepción del Parador se llamaba Pilar Osuna.
Bella ciudad ducal, que nos acogió con lluvia, pero que nos despidió con todo su resplandor. Haciendo fotos delante de la Iglesia Colegial casi nos lleva el viento. Quien sabe, quizás descendemos de esta localidad sevillana.
Subimos con el coche por las callejuelas estrechas para llegar a la plaza arrebatada de vehículos. Paseamos por el pueblo subiendo y bajando cuestas. Un paraíso más para hacer fotos.
Preciosa la ciudad de Ronda. Dimos un paseo por abajo bordeando el casco antiguo. No me había imaginado que Andalucía fuese tan variada. Otra región más de España de la que me enamoro.
Pasamos a visitar a Slawek y Marimar en su casa de Peñíscola, conocimos a los padres de Marimar (¡quién le echaría 90 años a Jesús!) y disfrutamos de una paella riquísima y de su amistad.
Llegamos Ruth y yo a las 19:15 a Alarcón, justo para la puesta del sol con sus luces maravillosas. No sólo que tienen ahí la habitación más bonita de la cadena de los Paradores, sino también la mejor vendedora. La habitación está arriba del todo de la torre, y puedes salir a pasear a dar la vuelta a la torre por fuera.
De camino al Parador de Aiguablava vimos un castillo arriba a la izquierda. Aparcamos el coche, y empezamos a subir Ruth y yo por el monte. Lamentablemente no llegamos hasta el castillo. Pero a cambio caminamos por la costa, y aproveché a hacer fotos.